viernes, 14 de noviembre de 2008

Ratones sin cola

Cuando visitè por primera vez Curaumilla en Marzo de 2005, descubrí este lugar que con su silencio y contrtaste de colores me cautivó. En los primeros tiempos, luego de comprar los derechos de una porciòn de terreno lo visité periódicamente.
Pasaba la noche en carpa escuchando de fondo el murmullo del mar a lo lejos y el roce del viento pasando entre las hojas de pino. Obviamente era un contacto directo con la naturaleza, en paz. Fuè ahì donde conocì la flora y fauna del lugar- cuidate de los ratones de cola larga-- me decìa un amigo conocedor de la microbiologìa. Pero si bièn tenìa razon, con el tiempo he descubierto que de las especies que coexisten en ese habitat, la màs temible es aquella que no posee cola, que no se alimenta de los alimentos que dejas fuera durante la noche, ni que intenta hacer de tu refugio su refugio, sino de una especie abominable y tóxica que podrìa denominarse como "homorratus letalis" tambièn llamados rateros de mierda. Se meten en tus cosas y se llevan habitualmente tus pertenecias, en un primer momento cuesta darse cuenta de todo lo que se rovaron, pero luego te vas dando cuenta y la rabia e impotencia te invaden.

Han pasado ocho años desde este blog y no es fácil emprender un comentario así nomas, pero es que el tiempo hace ver las cosas de formas distintas. Solo quiero imaginar y recordar las mismas sensaciones, dejando de lado los temores y las rabias, y creo que permanecen en mi esperando recrearlas... los aromas y los sonidos, el aire y el cielo estrellado infinito.

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